TICs y Redes Sociales

Móviles de última generación, baterías que no están a la altura

¿Para qué queremos un móvil de última generación si la batería apenas dura 24 horas? Esa es la pregunta que se hacen cada vez más americanos. Y decimos americanos por dos motivos. Por un lado, porque son la base de estudio de Greg Bensinger, escritor de un blog de tecnología en el Wall Street Journal. Y por otro, porque es en EE.UU. donde la tecnología móvil 4G está más extendida.

Hacer click para agrandarLos usuarios están encantados con sus terminales de última generación. Los adoran porque les permiten ver el correo, hacer llamadas, videoconferencias, jugar a un videojuego mientras esperan en la consulta del médico, bajarse música de la red o consultar la ruta hasta el hotel rural donde pasarán el fin de semana. Sin embargo, es frustrante el hecho de que la batería apenas dure 24 horas. El problema es que el servicio 4G requiere que los teléfonos estén buscando constantemente una señal, lo cual consume la batería a una velocidad de vértigo.

El servicio de cuarta generación está empezando a arraigar en EE.UU., pero las quejas sobre la duración de la batería podrían hacer que los operadores no ejercieran toda la presión para que los clientes se pasen al 4G. A pesar de que a los operadores les interesa este cambio. La tecnología 4G requiere menos ancho de banda que la 3G, dejando así espacio para que más clientes se bajen música o series de televisión. Y con una mayor velocidad de descarga, los usuarios del 4G fácilmente bajarán más datos, lo que se traducirá en planes de precios más elevados.

Pero este errático servicio no es el único problema. La tecnología de las baterías no sigue el ritmo de los avances de los smartphones. A medida que los usuarios demandan terminales mucho más poderosos con mil y una funciones, los fabricantes mejoran rápidamente la velocidad de proceso y el software que incorporan los teléfonos. Sin embargo, solo son capaces de incrementar la vida de la batería en un 1% al año de media.

La alternativa de que los usuarios tengan que llevar consigo un cargador o una batería extra (que no todos los terminales admiten) no parece una solución demasiado práctica. Es por ello que muchos clientes, que tan sólo buscan consultar el correo y navegar de vez en cuando en la red, se quedan con la tecnología 3G que no exige tanta batería, explica Bensinger en su post.

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