Los lectores británicos de periódicos desean que la Prensa sea regulada por el Gobierno para evitar los desmanes protagonizados últimamente por varios medios del país, según ha manifestado a la BBC, el ministro de Cultura, Jeremy Hunt quien ha añadido que tales cambios son necesarios y que serán bien acogidos por el público lector a pesar de reconocer los méritos de algunos medios en la aclaración de casos como el del amaño de los partidos de cricket entre Pakistán e Inglaterra o el asesinato racista hace cinco años del joven negro Stephen Lawrence.
Hunt señala que la regulación ha de resultar creíble y que se ha de contar con un sistema más duro que el actual y centrado fundamentalmente en la industria periodística. No se trata, según el ministro, de controlar los contenidos sino de tener la capacidad de sancionar a los medios que no respeten ciertas normas. En sus declaraciones a la BBC añade que espera que la investigación del juez Lord Leveson, sobre las escuchas telefónicas ilegales a políticos, famosos y gente corriente del News of The World, “ayude a limpiar cosas que nunca tenían que haber sucedido”.
El ministro británico de Cultura manifiesta que espera que “se pueda poner en marcha una nueva y moderna reglamentación que a ayude a la Prensa a evolucionar y a hacer frente a los retos de Internet y afrontar que la gente desea leer las noticias con carácter de inmediatez”.
Respecto a la operación policial en la que fueron detenidos –y posteriormente puestos en libertad bajo fianza-, cinco periodistas de The Sun y otras tres personas por realizar, supuestamente, pagos a policías y funcionarios públicos para obtener determinadas informaciones, Hunt señala que las empresas deben cooperar en los casos de corrupción periodística y piratería telefónica.
El diputado laborista, Tom Watson, sin embargo es más directo y contundente en sus manifestaciones, también realizadas a la BBC. Afirma que se debe negar el permiso a Rupert Murdoch, propietario de los medios inmersos en los escándalos, para controlar la cadena de televisión Sky. “Él es el jefe de la compañía y, por lo tanto, el responsable de la gestión empresarial y, consiguientemente, no es la persona idónea para dirigir una empresa de televisión que ha de respetar determinadas reglas”, termina la información de la BBC.
