Estrategia Global y Geopolítica

La designación de Jim Yong Kim como presidente del BM es una equivocación, según el economista Jagdish Bhagwati

La nominación del candidato americano, Jim Yong Kim -coreano nacionalizado en EEUU-, como presidente del Banco Mundial -que sustituirá al estadounidense Robert Zoellick el 1 de julio-, en lugar de la ministra de Hacienda de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala, considerada por los expertos una candidata muy superior, es imposible de justificar, pero fácil de explicar. También indica graves peligros para la inacabada tarea del desarrollo, según señala en la web de Project Syndicate Jagdish Bhagwati, profesor de Derecho y Economía de la Universidad de Columbia y miembro del Council on Foreign Relations.

A juicio de Bhagwati el proceso de selección fue injusto y falto de transparencia y Kim fue apoyado financieramente por EEUU. “En una contienda verdaderamente abierta y basada en los méritos -dice el profesor de Columbia-, las deliberaciones de la Junta Ejecutiva, compuesta por veinticinco miembros, habrían sido precedidas de debates entre los candidatos. Sospecho que Okonjo-Iweala, con su gran competencia e ingenio, habría vencido a Kim. Además, el mundo habría visto por qué éramos tantos los que la apoyábamos”.

Una vez más, no se debe subestimar la influencia mundial de los poderosos medios de comunicación liberales de los EE.UU. Mientras que The Economist respaldó a Okonjo-Iweala, el New York Times apoyó a Kim. Éste es un año electoral en EEUU: “Si el presidente Obama hubiera seleccionado a una farola, al ‘periódico de referencia’ de EEUU le habría parecido que presentaba credenciales excelentes”, ironiza Bhagwati.

“Y ahora -continúa el artículo de Bhagwati-, no podemos por menos de pensar que la elección de Kim podría resultar desastrosa para la causa del desarrollo. Su diatriba de 2000 contra las reformas liberales que han transformado a países como India y China en motores del crecimiento mundial, han reducido la pobreza y han beneficiado a grupos marginados muestra que carecía de buen juicio en relación con cuestiones fundamentales. Nadie recuerda expresión de disculpa alguna por su parte, lo que indica que persiste en semejante locura”.

Lo que más teme el profesor de Columbia es que Kim sea un desastre incluso en los asuntos relativos a la atención de salud, sector en el que se ha granjeado un merecido reconocimiento por su labor en materia de SIDA, paludismo y tuberculosis. Gracias al crecimiento económico resultante de las reformas que denunció, países como India y Brasil ahora tienen mayores ingresos para gastar en atención de salud para los pobres, entre otros bienes públicos. Finalmente, se pregunta Bhagwati en el artículo de Project Syndicate: ¿Podrá Kim ejercer la dirección las cuestiones de las que carece de experiencia? “Podemos temernos lo peor”, sentencia.

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