© Jon Ottosson
Un interesante estudio de Boston Consulting Group (BCG) muestra la importancia que está adquiriendo la sostenibilidad para los inversores. No es una “moda”, sino un valor empresarial que cuenta mucho a la hora de tomar decisiones. Y por sostenibilidad se entienden varios aspectos; no sólo los de respeto al medio ambiente, sino también los de buenas prácticas sociales y de gobernanza interna.
Según el BCG, el desempeño de las empresas en esas áreas tiene un notable impacto a largo plazo en el éxito de financiación. El 75% de los ejecutivos seniors en firmas de inversión incluyen los reportes de sostenibilidad de las empresas como algo a tener muy en cuenta a la hora de apostar por ellas. Curiosamente, sólo el 60% de los mánagers de compañías que cotizan en Bolsa creen que sus resultados de sostenibilidad son tenidos en cuenta por los inversores.
La desconexión entre las percepciones de los inversores y los responsables empresariales hace que sean pocas las compañías preparadas para atraer a financiadores preocupados por la sostenibilidad. El estudio de BCG indica que aunque el 90% de los ejecutivos considera la sostenibildiad como importante, solo el 60% de las compañías tienen en marcha una estrategia de sostenibilidad, y solo un 25% utiliza en su comunicación casos de éxito propios en sostenibilidad que puedan servir para reforzar su imagen en este aspecto.
Estos son algunos de los datos del séptimo informe de Sostenibilidad (Investing for a Sustainable Future) realizado por Boston Consultig Group junto al MIT Sloan Management Review y que consistió en más de 3.000 entrevistas a inversores y mánagers de un centenar de países.
Según BCG, un factor que explica la creciente importancia de la sosteniblidad para los inversores es la mejora de los sistemas de medición de este concepto. Ahora, hay mayor cantidad de datos y mejores herramientas de análisis que permiten tener una idea más clara del desempeño en sostenibilidad de las empresas.
