Europa pierde billones por el ‘gap’ digital respecto a EEUU, dice McKinsey


Europa funciona por debajo de su potencial digital y acelerar el cambio hacia ese ámbito podría añadir billones de euros de euros al crecimiento económico en menos de una década, según defiende McKinsey&Company en un informe recién publicado.

Aunque la digitalización está muy extendida entre los ciudadanos europeos a nivel de usuario, las compañías e industrias no invierten ni aprovechan todas las posibilidades productivas y organizativas que ofrece la digitalización. En ese sentido, Europa está menos avanzada que competidores como EEUU, asegura el informe. Para establecer comparaciones McKinsey utiliza un índice al que denomina Intensidad Digital (Digital Intensity), que aglutina decenas de indicadores que ofrecen una radiografía sobre el perfil digital de la economía de cada país.

Según el informe, Europa en conjunto opera a un 12% de su potencial digital, mientras que EEUU obtiene un 18% en el índice de Digital Intensity. Eso sí, dentro de Europa hay diferencias entre países: Francia está en la med4444ia del 12%, Alemania incluso por debajo (11%) y sobresale el Reino Unido con un 17%.

También hay variaciones claras entre sectores. Mientras que los servicios de información y comunicación y los de finanzas están muy avanzados, otras industrias europeas quedan rezagadas. En un rango medio está el sector inmobiliario o el educativo. Y en la cola de la digitalización en Europa están la agricultura y la construcció.

El retraso europeo influye en la balanza comercial con EEUU. Europa es un importador neto de servicios digitales de EEUU, que suponen el 5,6% del total de importaciones de servicios entre Europa y EEUU. En el mercado interior, el Reino Unido y los Países Bajos lideran la carrera y son exportadores netos de servicios digitales al resto de países del continente.

El estudio de McKinsey encuentra importantes correlaciones entre el nivel de digitalización de un país o un sector y la productividad de la economía. En ese sentido, sus estimaciones indican que si el continente duplicara su intensidad digital podría añadir 2,5 billones de euros anuales al PIB del continente para 2025.