Las 3 claves para triunfar en un «workshop» con clientes

Las empresas buscan interactuar con sus clientes
Las empresas buscan interactuar con sus clientes

La interacción entre las compañías y sus clientes está experimentando un importante cambio en nuestros días. Ya no vale con publicar encuestas en las que se informa de las impresiones o valoraciones de los consumidores sobre el último producto lanzado. En la era digital, el «engagement», la interacción con el consumidor y su respuesta inmediata, es muy importante.

Por eso, cada vez más empresas organizan «workshops» con sus clientes. Se trata de talleres en los que se informa con detalle de las novedades de la compañía o de una campaña en concreto, y en los que los propios consumidores dan su opinión al respecto y hablan con los comerciales. Han cambiado las formas y también los espacios. Ahora, en lugar de un centro de conferencias, se opta por naves industriales, garajes, parques o incluso mercadillos.

Ikea, sin ir más lejos, promociona estos días su «tiendita» en el Rastro de Madrid y El Born de Barcelona para celebrar sus 20 años de existencia. Lo ha hecho con una novedosa campaña tanto en redes sociales como en canales offline en la que ha apelado a los sentimientos con el lema: «para llegar al corazón hace falta tiempo. 20 años». La apuesta por los «workshops» en dos espacios tradicionales y tan conocidos de Madrid y Barcelona, dan cuenta de la importancia que está adquiriendo esta herramienta del Marketing Directo.

Para Phil Parker, profesor de Marketing de la prestigiosa escuela de negocios INSEAD Business School for the World, hay tres claves para que un «workshop» sea exitoso y se consiga una conversación real y fructífera con los clientes: contar con diseñadores profesionales que consigan traducir ideas complejas en un lenguaje no verbal, que quien lidere el proyecto entienda bien la metodología para llegar a los clientes y, por último, que quienes explican el producto lo conozcan muy bien.

Bajo esta filosofía, la citada escuela de negocios ha organizado distintos workshops en un amplio garaje decorado por sus propios alumnos de diseño. El último, en mayo de 2016, contó con la presencia de ejecutivos de la compañía Unilever en el campus de Singapur. Allí, los directivos disfrutaron de una jornada en la que intercambiaron impresiones en sesiones de no más de 10 minutos por persona, según han explicado en su canal de noticias.