Adictos a los smartphones

Con la llegada de 2018 son muchos los que reflexionan sobre sus hábitos y sus propósitos para el nuevo año, ya sea ser más activo, dejar de fumar o hacer más deporte. En los últimos años, sin embargo, ha surgido un nuevo vicio y es una relación a menudo poco saludable para nosotros: la que compartimos con nuestros smartphones.

Desde que llegó el primer iPhone en 2007 los teléfonos inteligentes se han ido haciendo poco a poco cargo de nuestras vidas. Los usamos para escuchar música, hacer fotos, ver las noticias, actualizar las redes sociales y a veces incluso para realizar llamadas telefónicas. Se han convertido en una presencia necesaria y constante tanto en nuestra vida personal como profesional y actualmente parece imposible sobrevivir sin ellos. Sin embargo, el flujo interminable de información y estímulos de nuestros teléfonos tiende a causar estragos en nuestra capacidad de enfocarnos en una tarea a la vez, razón por la cual muchas personas sienten la necesidad de limitar el uso de estos dispositivos.

Una cosa está clara, somos adictos a nuestros teléfonos móviles. Es lo primero que usamos nada más despertarnos, los revisamos docenas de veces al día y no solo cuando es necesario sino cuando estamos haciendo otras actividades como cocinar, ver la televisión o, lo que es más peligroso, cuando conducimos. Además, muchos de nosotros aún seguimos pegados a ellos en el momento en el que apagamos las luces para ir a la cama, a veces incluso después de eso.

A pesar de estar tan unidos a nuestros dispositivos, muchos de nosotros estamos comenzando a replantearnos nuestra relación con los teléfonos. Según un estudio reciente de Deloitte, elaborado para Business Insider por Statista, un poco menos de la mitad de nosotros hemos tratado de limitar su uso. Entre las mejores prácticas que estamos llevando a cabo para tratar de recuperar el control de nuestras vidas están mantener nuestro dispositivo guardado y desactivar las notificaciones.

Según el estudio, que refleja una encuesta realizada por Deloitte, el 47% de los propietarios de smartphones en los Estados Unidos han hecho un esfuerzo por limitar su uso en el pasado. A pesar de esto, el atractivo de aplicaciones como Twitter o Instagram hacen muy difícil conseguir este objetivo: solo el 30% ha logrado reducir el tiempo que emplea en su teléfono inteligente. A pesar de esto, todos somos capaces de lograr el objetivo, los cinco pasos más destacados para conseguirlo son mantener el teléfono guardado en un bolso o bolsillo (sobre todo cuando estemos con más gente), desactivar las notificaciones, eliminar aplicaciones y apagar el teléfono y alejarlo de nuestro lado por las noches o, al menos, mantenerlo en modo avión.