David Choe es un grafitero que en el año 2005 fue contratado por los fundadores de Facebook para decorar la primera sede de la sociedad.
Como pago por su obra, Sean Parker, entonces presidente de la empresa, ofreció a Choe una cierta cantidad en efectivo o un paquete de acciones de la nueva compañía. El grafitero, que llegó a calificar de ridícula la cantidad ofrecida por Parker, eligió cobrar por su trabajo un puñado de acciones.
Es más que previsible que en el momento en que Facebook comience a cotizar en Bolsa –cosa que ocurrirá en breve-, esas acciones de Choe valgan unos 200 millones de dólares. El valor bursátil de la compañía se calcula en casi cien mil millones de dólares, según relata The New York Times en un ameno reportaje sobre los nuevos millonarios de Facebook. David Choe es en la actualidad un afamado artista aficionado a pintar mujeres ligeras de ropa y a gastar grandes cantidades de dinero en alcohol.
Evidentemente la lista de millonarios de Facebook está encabezada por Mark Zuckerberg, cofundador de la compañía y sobradamente conocido en todo el mundo. Tiene 27 años y cuenta con 533 millones de acciones por un valor de más de 24.000 millones de dólares. Ejerce un control absoluto sobre la sociedad, es dueño del 28, 4 por ciento de la misma y dispone del 57% de los derechos de voto en la empresa. Pero no solo es Zuckerberg el que ganará un montón de dinero. Hay otras personas, absolutamente desconocidas que verán incrementarse de forma espectacular su particular peculio gracias a Facebook.
El primero de los inversores ajeno inicialmente a Facebook es Peter Thiel, un peculiar empresario estadounidense nacido en Alemania que administra un fondo de inversión y que ya era millonario antes de invertir en la compañía. Posee 44,7 millones de acciones que podrán llegar a valer más de 2.000 millones de dólares. Otro beneficiado será el líder del grupo U-2 –Bono-, cuya firma Elevation Partners pagó en 2010 unos 120 millones de dólares por un paquete de acciones de la sociedad.
Accel Partners, cuyo principal socio es Jim Breyer y que en el inicio aportó capital inversor en Facebook posee en la actualidad 201,4 millones de acciones y podría tener un retorno de mil millones de dólares. Sheryl Sandberg, directora ejecutiva de Facebook controla 1,9 millones de acciones y un 0,1 % de la compañía, pero puede llegar a disponer de 38,1 millones de acciones, según los archivos de la empresa, lo que le convertiría en una de las mujeres más ricas del selecto club de multimillonarias de Silicon Valley.
Y la lista continúa. DST Global, la empresa de inversión liderada por el multimillonario ruso Yuri Milner, es propietaria de aproximadamente un 7% de la empresa. Compró la mayor parte de sus acciones entre 2009 y 2011 y su valoración podría llegar a los 50.000 millones de dólares. Milner, que también posee acciones de Twiter, ha llegado a ser calificado como el Murdoch de los medios online por sus inversiones en Internet.
Otros que se verán enormemente beneficiados con la operación de Facebook serán el padre de Zuckerberg –un dentista de Nueva York-, que cuenta con dos millones de acciones que le fueron donadas en los momentos iniciales en recompensa por su aportación de capital en el momento de la fundación de la empresa. Dustin Moskovitz, cofundador de la compañía cuenta con 133,8 millones de acciones. Durante los primeros años Facebook recompensó a cerca de 250 de sus empleados con un paquete considerable de acciones cuya cotización aumentará de forma espectacular. David A. Ebersman, director financiero de Facebook, que fue contratado en 2009, tiene más de siete millones de dólares en acciones no adquiridas.
La lista de los accionistas importantes también incluye a algunas personas consideradas no gratas en Facebook. Por ejemplo, los mellizos Tyler y Cameron Winklevoss, pareja olímpica de remo, graduados de Harvard y ex socios de Zuckerberg, poseen en torno a 1,2 millones de acciones como parte de su acuerdo con la compañía y con su antiguo compañero de clase a quien acusan robarles la idea de Facebook. La compañía también se enemistó con el cofundador, Eduardo Saverin, que había aportado capital para la financiación inicial y terminó demandando a la empresa por desacuerdos con el porcentaje de su participación. Desde entonces, ha vendido un gran paquete de sus acciones en el mercado secundario. No se le menciona en la memoria de Facebook, según el reportaje de NYT.